por Leandro Zúñiga
Avances por día a lo largo de la altimetría. Ver en grande
El viaje sería en solitario, por lo que la planificación del viaje tomó cerca de 2 meses, pues debía hacer coincidir mis turnos, coordinar el regreso de la bicicleta en avión, estudiar al detalle la ruta evitando terrenos sin pavimentar y definir los puntos de abastecimiento y zonas de descanso/alojamientos. Además, la ruta incluiría cerca de 500 km circulando por la ruta 5N, por lo que era necesario controlar la mayor cantidad de riesgos durante el viaje.
Espero que este registro te sirva como motivación a aventurarte a desafiar y superar tus propios límites, y a tomar siempre estos desafíos con la debida madurez y responsabilidad.
Luego de pedalear tenía que trabajar, así que prioricé pedalear solo de día y alojar en hostales previamente reservados. Finalmente la ruta fue planificada para completarse en 6 días, recorriendo alrededor de 200 km diarios La idea era entrenar la distancia con la configuración casi idéntica a la que utilizaré en la Paris - Brest - Paris, exceptuando algunos adicionales que debí llevar (ropa, calzado, etc.). La ruta contempla 1.215 km con un desnivel acumulado aproximado de 15.000 m.
Los 1200 km del registro en Strava con 55 hrs en movimiento. Ver en Strava
Cannondale Supersix de carbono, frenos de herradura, neumáticos Continental Ultrasport 700x25, transmisión 2x10 con volante 50-34 y piñón 11-28. Los bolsos que utilizo es un híbrido: Seatbag marca Topeak, Bolso de manubrio Roswheel, Top tube Rockbros, 2 caramagiolas y botella extra de 1.0 L (2.4 L de capacidad total).
Además, tuve que improvisar un nuevo bolso con una mochila que “colgué” al Seatbag. Al ser un viaje en solitario, debí asegurar llevar las principales herramientas básicas, un botiquín, ropa de cambio, powerbanks y repuestos de luces, además de útiles de aseo, la ropa de cambio y de abrigo para ciclismo y para cuando estaría “de civil”, así como la siempre necesaria manta térmica de emergencia.
Parte del equipamiento para el viaje de 6 días en solitario, previo a empacar.
Configuración final de la bicicleta con los bolsos.
Como alimentación llevé unas barras de proteína, frutos secos, compotas y 3 geles “para emergencias”. El resto sería comida común y corriente en hostales, posadas y estaciones de servicio.
Para hacerme visible llevaba 1 luz trasera en el marco de la bicicleta, otra en el seatbag y además coloqué un chaleco reflectante sobre este bolso; 1 foco delantero y adicionalmente llevaba 2 luces delanteras y 2 traseras extra dentro de los bolsos, además de unos suspensores con reflectantes.
El peso total de la bicicleta con los bolsos eran alrededor de 25-28 kg.
El viaje se inició el 22 de abril de 2023 a las 06:30 desde las cercanías del Costanera Center de Santiago, cuyo destino final sería El Salvador, en la III Región de Atacama.
Previamente reservé alojamiento en Cabildo (km 195), Combarbalá (km 400), La Serena (km 595), Vallenar (km 785) y Caldera (km 1.000). Llegando finalmente a la casa donde alojo en El Salvador (km 1.218).
Durante el viaje debería atravesar la cordillera de la costa, llegar a nivel del mar, volver a atravesar la cordillera de la costa, y luego alrededor de 600 km de desierto, cerrando el viaje con una escalada de 115 km desde el nivel del mar hasta los 2.200 m en El Salvador. No es sencillo resumir un viaje con tanta variedad de paisajes y altimetrías, pero haré el mejor esfuerzo:
Primeros kilómetros con amigos.
Partí el viaje a las 06:30 acompañado de Sonia (@la_vieja_sonia) y Edu (@enrrollolodbrok), quienes estuvieron conmigo los primeros 83 km hasta la cima de la cuesta Chacabuco. La ruta no era sencilla pero sí conocida: Pie Andino, cuesta Chacabuco y cuesta El Tártaro: 3 ascensos de aprox 10 km de longitud.
Leer másEl día de los túneles y las cuestas.
Sabía que el segundo día iba a ser difícil, pues esperaba una ruta con un desnivel acumulado insano. Cometí el error de partir el día “tarde” a eso de las 07:45, lo que impactó enormemente en mi hora de llegada a destino.
El día está nublado y con mucho viento, pero ideal para pedalear al no estar caluroso. La ruta inicia cruzando el túnel La Grupa, para luego ascender la primera cuesta hacia el túnel Las Palmas (de unos 10 km de longitud), durante la cual aparecen el sol y el calor implacables.
Leer másUn “descanso” en altimetría.
Partí el viaje mucho más relajado que el día anterior a las 08:30 tras un muy rico desayuno en la hostal donde alojé e inicié mi viaje hacia La Serena. A pesar de eso, cada día se hacía más difícil levantarse, con unos cuádriceps muy apretados por el azote del día anterior.
Leer másDía de desierto y cuestas.
Este día comenzó muy nublado y con mucho viento. Partí a eso de las 06:45, sabiendo que sería un día más difícil que el anterior, donde debía recorrer la totalidad de la ruta por la autopista 5N.
Por la hora no alcancé el desayuno del hostal así que paré en la primera estación de servicio que está saliendo desde La Serena al norte. Desayuné y comencé la ruta hacia Vallenar, que incluía el paso por 4 cuestas, ansioso por empezar a estar más cerca de mi destino que del punto de partida, tras 3 días de pedaleo.
Leer másCelebrando con asado los 1000 km.
Hoy nuevamente era un día tranquilo, sin cuestas, con 200 km por autopista, por lo que partí un poco más tarde que el día anterior y me dediqué a disfrutar la ruta. La gran dificultad del día era el abastecimiento, pues en el tramo entre Vallenar y Copiapó solo hay 2 posadas en el camino.
Era muy importante no pasarlas de largo pues sino se complicarían mucho las cosas. Partía a eso de las 08:00, con un clima muy nublado, que luego pasó a llovizna y me acompañó casi el primer cuarto de ruta. En el km 40 del día, en el sector Llanos del Lagarto, llegué a eso de las 10:15 a la primera posada donde los dueños ya estaban cerrando y retirándose.
Leer másUn puerto fuera de categoría.
Los primeros 100 km de ruta no tenían mayores dificultades, repechados hasta Chañaral, pero la prueba final comenzaba ahí: 115 km de subida, desde el nivel del mar en Chañaral hasta los 2.200 msnm en El Salvador. Sería un cierre de película, escalando un puerto fuera de categoría tras 1.100 km en las piernas.
Leer másEl resumen global de la ruta fue: 1218 km con 14.770 m de desnivel acumulado en 55 h de pedaleo efectivo, 63 h contando las detenciones (sin dormir) y 138 h contando las horas de sueño. Total de calorías quemadas: 42.350 cal.
Personalmente, nunca había hecho un cicloviaje, y menos en este formato “ultra” y en solitario, donde debía pedalear entre 12 y 16 horas diarias. El desafío lo tomé con la mayor madurez posible, sabiendo que todo sería difícil: 500 km por autopista, escaso abastecimiento, pasar varias veces por la cordillera de la costa y sus innumerables cuestas, además que por tierra solo conocía hasta un poco más al norte de Cabildo, por lo que la ruta era casi completamente desconocida.
La importancia de ser visible en ruta
Desde la cima de la cuesta Chacabuco, no vi ningún otro ciclista viajando hacia el norte, por lo que en todo momento estuve solo, dependiendo únicamente de mi. Esta experiencia fue demasiado gratificante, en el sentido que estando tantas horas solo, se hace necesario aprender a convivir con tus propios demonios. Esto tiende a pasar en competencias de ultraciclismo, la diferencia es que sabes que en ese evento hay más personas haciendo lo mismo.
En este caso, debía extremar los cuidados y reducir lo mejor posible los riesgos, pues nadie me podría asistir. Desde La Serena hacia el norte, tampoco hay cobertura de señal en gran parte del camino, por lo que muchas veces era imposible recurrir al teléfono en caso de cualquier percance.
El clima, a diferencia de pedalear hacia el sur de Chile, tiende a ser muy árido y seco, donde tuve oscilaciones de temperatura entre los 10° y los 35°, con llovizna y viento en las mañanas, luego mucho calor y sin viento durante el día, para terminar con calor y viento lateral o en contra en las tardes.
La mayor dificultad consistió en definir los lugares de abastecimiento, siendo el tramo Vallenar-Caldera en particular el más difícil, pues solo había 2 posadas en 150 km, por lo que saltarse una implicaba perderse el almuerzo o quedarse sin agua.
Afortunadamente, mi planificación de la ruta me permitió evitar este problema y nunca me faltó para comer o beber.
Finalmente, esta “ida al trabajo en bicicleta” me dio mucha más tranquilidad respecto al desafío que se viene en agosto, con una distancia similar pero un poco menos de desnivel acumulado.